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Dentro de las recetas recomendadas para sentirnos mejor, encontramos al té blanco. Esta especie es un té levemente oxidado, cultivado y cosechado exclusivamente en China.

El té blanco, prácticamente desconocido hasta ahora, es lo último y más novedoso en el mundo del té. Se produce principalmente en China, en las altas montañas de la provincia de Fujian, cuidando hasta el más mínimo detalle, y se caracteriza por ser suave, aromático y evocador.

En la mayoría de las regiones en las que se cultiva el té, se cosecha durante todo el año debido a su clima cálido. Sin embargo, según expertos mundiales en té, en Fujian el té no crece durante el invierno y es en primavera cuando se pueden ver los primeros brotes.

Durante sólo unos días, cuando las hojas del té están brotando, después de un invierno, se recogen únicamente los brotes más jóvenes, aún cubiertos de un corto vello blanco. En este momento los brotes están llenos de energía y de todos los nutrientes. Por todo ello el té blanco conocido como el Yinzhen (agujas de plata) es un producto tan caro, exquisito y saludable.
Una vez recolectado el té blanco apenas se manipula: se deja evaporar el agua de las hojas y se secan al aire y al sol manteniéndose intactas todas sus propiedades:

Gran poder antioxidante: El té blanco ha sido descubierto recientemente como el antioxidante más potente de la naturaleza.

 

Se cree que es es 100% más eficaz que el té verde porque contiene tres veces más poli fenoles; un potente antioxidante presente en todos los tipos de té y muy conocidos por aumentar las defensas del organismo.

Esta propiedad se debe a que el té blanco proviene de la planta Camellia sinensis, que contiene polifenoles naturales, un fitonutriente que se piensa es responsable de los beneficios a la salud que produce el té.

Mejora la función cardiovascular: Las catequinas, un grupo de Polifenoles Antioxidantes encontrados en el té blanco, se ha probado que reducen el colesterol, reducen la presión sanguínea, y mejoran las funciones de venas y arterias, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Antibacterianas y antivirales: El té blanco ha mostrado protección de animales contra ciertas bacterias patógenas, como la Salmonella tryphimurium. Los antioxidantes presentes en este Té pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario, particularmente en animales y humanos inmunocomprometidos.