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Siempre se ha dicho que salir de compras genera un alivio de la tensión, porque nos hace olvidar algunos problemas cuando nos concentramos en complacer nuestro gusto y hacernos un regalo, no dudo que sea así en algunos casos porque al menos las mujeres nos sentimos divinamente cuando gastamos comprando todo lo que nos gusta. Esa misma sensación de bienestar se puede convertir en una patología psicológica que genera síntomas indeseables.

Algunos estudios arrojan datos que yo jamás hubiese imaginado, como por ejemplo: las incomodidades por los malos tratos de los empleados de las tiendas, las colas, los auto castigos generados por no pertenecer a las tallas socialmente aceptadas, el estrés de no conseguir ropa que es satisfaga y la ansiedad de gastar para llenar vacíos.

Los extremos no son buenos, así que plantea tus necesidades, aclara lo que deseas comprar y no lo tomes como un apoyo o un escape porque puedes terminar siendo tu propia víctima.

Para manejar esta época del año aconsejo tener siempre a mano diferentes tipos de agua. Si , leiste bien , aguas aromatizadas que nos ayuden con los nervios.

1. Agua de Avena:  su efecto en el sistema nervioso es conocido desde el tiempo de nuestras abuelas. Deja remojando un puñado de avena en un vaso con agua y después cuela. Puedes tomarlo una vez al día.

2. Agua de parchita o maracuyá: esta fruta ayuda con las tensiones nerviosas, y si la tomas de noche , mejor. Su efecto calmante te ayudará a dormir mejor.

3. Agua de Menta: si sufres del estómago, como yo , y todo te ataca ahí, esta agua es para ti. Simplemente haz un té de menta y agrega una cucharadita de miel. La miel además de endulzar, sirve para calmar tensión .Puedes tomarla durante el día.

espero te gusten estas recetas y me cuentes como vas.

 


Watch Out For Shopping Stress

It has always been said that to go shopping generates a stress relief, because it makes us forget some problems when we concentrate on pleasing our taste and give us a gift, I don’t doubt it’s true in some cases because women feel divinely when we spend buying everything that we like. That same sense of well-being can become a psychological pathology that generates undesirable symptoms.

Some studies give data that I’ve never imagined, such as: the discomforts for the abuse of employees of the stores, waiting lines, self punishment generated for not belonging to the socially accepted sizes, the stress of not getting clothes that meet our expectations and the anxiety of spending just to fill gaps.

The extremes are not good, so think about your needs, clarify what you want to buy and don’t take it as an way to cheer up yourself or an escape because you can end up being your own victim.