Hace poco leí toda la controversia que se ha armado en la opinión pública tras los atentados terroristas de París, Beirut y Bagdad y la respuesta de muchos países a nivel mundial. ¿Es la guerra una solución sólida? Una vida perdida no se debería de pagar con otra vida perdida. Creo que nos estaríamos degradando al mismo puesto de quienes, bajo una ideología radical, atentan contra la vida de quienes no piensan igual que ellos.

Formas deben existir para evitar lo que ahora pareciera ser inevitable: un conflicto de índole mundial que afecte al mundo, su ecosistema, sus ciudadanos.

Mahatma Ghandi tenía entonces razón cuando dijo esta frase: “Ojo por ojo, y el mundo se quedará ciego”

Capaz nos hacen falta ojos para evaluar las mejores opciones para disolver los problemas. Y esto aplica para todos los conflictos que existen, desde los que están en lo más profundo de nuestra casa, hasta los que conciernen a cancilleres y embajadores en países conflictivos.

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