La cebolla es una de mis hortalizas favoritas con respecto a la salud, pues en mi familia ha sido usada por generaciones en remedios caseros para por su infinidad de beneficios.
La cebolla es una hortaliza y estas forman parte de un conjunto de plantas que se incluyen en la familia de las verduras y las legumbres. Por tanto, la cebolla se considera una verdura.
Cuando la peste negra azotó Europa en el siglo XIV, un médico quedó impactado al ver que una familia completa se mantuvo sana ante la epidemia. Tras investigar el asunto se dio cuenta que ellos dormían con una cebolla abierta en el velador, la cual había «atrapado» el virus mortal, cuentan historias en la web.
Como mi abuela me enseñó mucho de la cebolla , yo también duermo con una cebolla debajo de la cama. Te la enseño en el video, pero primero lee alguno de sus beneficios.
Beneficios de la cebolla para la salud
La fama de la cebolla como alimento depurativo es bien merecido, pero sus propiedades para la salud van mucho más allá.
- Cardiosaludable. Debido a sus componentes azufrados previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos.
- Diurética. Por su riqueza en potasio y escaso sodio, resulta diurética y ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas.
- Prebiótica. Es rica en fructooligosacáridos, prebióticos que estimulan el crecimiento de bifidobacterias en el intestino e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas. Este equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de cáncer de colon.
- Digestiva. Previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez.
- Antioxidante. Contiene quercetina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.
- Antidiabética. Gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del llamado FTG (factor de tolerancia a la glucosa), y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas, ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre en las personas diabéticas.
- Anticancerígena. Numerosos estudios demuestran que la ingesta habitual de cebolla previene el cáncer: quienes la comen regularmente presentan, por poner un ejemplo, un riesgo un 40% menor de desarrollar cáncer de estómago.
- Antiséptica. Las propiedades antisépticas y mucolíticas de los componentes azufrados, junto con la acción antiinflamatoria de la quercetina, la hacen eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma. Es un conocido remedio popular frente a la tos dejar una cebolla cortada por la mitad en la mesilla de noche.
- Para gripe o resfriado: se dejan macerar 4 cebollas durante 24 horas en un litro de agua tibia. Se toma una taza entre las comidas y antes de acostarse.
- Para la diabetes: la preparación anterior, a razón de una taza al día por la mañana en ayunas, ayuda a reducir el nivel de glucemia.
- Para piernas hinchadas: se ralla finamente 150 gramos de cebolla y se pone en una botella con su mismo peso en alcohol de 90º. Se deja macerar 10 días removiendo cada día. Luego se cuela exprimiendo bien. Se toman 3 o 4 cucharaditas de esta tintura al día, mejor con un poco de agua. Se puede hacer una cura durante un mes, dos o tres veces al año.