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En tiempos de estrés, usualmente recurrimos a la tradicional “comida cómoda” como macaroni & cheese, pizza, helado, entre otras. Irónicamente, estas comidas altas en grasa son usualmente la peor elección que podemos hacer porque nos harán sentir letárgicos (cansados, con sueño, adormecidos), y con menos capacidad de lidiar con el estrés.

No solo eso, sino que el estrés también puede elevar nuestra presión sanguínea subir los niveles de suero de colesterol, causando estragos en nuestras arterias y aumentando el riesgo de padecer un ataque al corazón.

¿La mejor solución? Comidas bajas en grasa, altas en fibras, y ricas en carbohidratos con muchas frutas y vegetales. Estas nos calman sin minar nuestra energía  y nos dan la energía necesaria para mejorar nuestro sistema inmunológico.

Aquí hay una guía de cuales comidas puedes comer para reducir el estrés y cuales comidas lo empeoran:

¿Qué comidas incluir?

  • Comidas altas en fibras y carbohidratos: Los científicos creen que los carbohidratos hacen que el cerebro produzca más serotonina, una hormona que nos relaja. Y consumir mucha fibra ayuda a prevenir esos atracones nocturnos. Algunos ejemplos de comida saludable incluyen batata al horno, sopa minestrone, o verduras salteadas con arroz.
  • Fruitas and vegetales: El estrés crónico puede debilitar nuestra habilidad de combatir las enfermedades. Al incrementar nuestra ingesta de frutas y vegetales ricos en anti-oxidantes podemos mejorar nuestro sistema inmunológico. Calabaza de bellota y zanahorias, por ejemplo, son una gran fuente del antioxidante beta-caroteno. Y las frutas cítricas proporcionan suficiente vitamina C, otro antioxidante anti-estrés.

¿Qué comidas evitar para reducir el estrés?

  • Comidas altas en grasa: Comidas grasosas como las carnes or platillos de queso y muchos otros productos horneados engrosan nuestra sangre lo cual nos hace sentir cansados, y aún letárgicos. Esto claramente no es una buena forma de reducir el estrés! Aún una sola comida alta en grasa puede incrementar nuestro riesgo de sufrir un ataque al corazón.
  • Cafeína: Muchos de nosotros le hacemos frente a la escasez de sueño, inducida por el estrés, tomando un café, té y/o refrescos de cola. Por desgracia, la cafeína permanece en nuestros sistemas más tiempo de lo que muchos creen. Reducir el consumo de cafeína puede ayudar con ambos problemas para dormir y nerviosismo
  • Azúcar: Como los carbohidratos, el azúcar tiende a calmarnos. El problema con el azúcar es que es un simple carbohidrato, así que entra y sale del torrente sanguíneo rápidamente, haciendo que, en efecto, colapsemos.

Por otro lado, los carbohidratos complejos como pasta, frijoles y lentejas, las partes de almidón en los alimentos nos calman sin darnos “bajon”.