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¿Te ha pasado que comiendo algo frío te da un dolor de cabeza repentino y muy familiar? ¡Es que se te congeló el cerebro! O así pareciera ser.

Seguramente has sufrido al menos una vez en tu vida esta misteriosa sensación, y lo más curioso es que al menos un 89% de las personas no sabe el por qué ocurre el congelamiento de cerebro.

Cuando comemos cosas heladas nuestra boca está expuesta a las sensaciones que la comida le produce. Esta parte de nuestro cuerpo contiene muchísimas terminaciones nerviosas además de papilas gustativas que provocan esa parte sensorial cuando comemos cualquier cosa. Es por esto que si algo helado toca por completo tu paladar, sientes que se te congela el cerebro.

Esta es la razón por la que se te congela el cerebro

Si una comida helada toca por completo tu paladar, los vasos sanguíneos de tu cabeza se estrechan y producen un dolor adormecedor en tu cabeza. Nuestra arteria principal cerebral normalmente se hace más grande para mantener una temperatura ideal en nuestro cerebro, por lo que cuando el enfriamiento es muy repentino, la arteria se dilata de golpe y la presión del cerebro se sobresalta.

¿Suena familiar no? Ahora bien… ¿Qué hacemos cuando esto ocurre?

Son fáciles las maneras de evitar que esto ocurra:

  • Bebe los líquidos fríos más despacio, haciendo pausas para permitir que la boca vuelva a una temperatura natural.
  • Puedes pegar tu pulgar al paladar: a muchas personas les funciona aplicar presión con su pulgar en el paladar por unos 30 segundos hasta que el dolor desaparezca
  • Pon tus manos sobre tu boca y nariz: y comienza a soplar, este aire puede calentar tus fosas nasales y paladar rápidamente.
  • Aprieta tu nariz: Si te ocurre un congelamiento de cerebro, aprieta toda tu nariz con una mano hasta que se pase el dolor.