¿Por qué no pruebas una forma distinta de practicar Pilates?, una en la que debas levantarte y arraigar los pies al piso. Se trata del Pilates de siempre, el que ya conocemos, sólo que en vez de acostarnos sobre el mat, debemos pisar la colchoneta: el Standing Pilates. Practicarlo no sólo es divertido, es sumamente beneficioso para nuestro organismo por varias razones:
Es un ejercicio ideal para cualquier persona, incluso para aquellas con osteoporosis, ya que la gravedad activa y fortalece los huesos. Los pacientes con esta patología pueden ser capaces de reconstruir poco a poco la densidad ósea; por ello, es magnífico para quienes desean prevenir esta enfermedad. Asimismo, como estamos diseñados para caminar y movernos, al ejercitarnos de pie logramos transferir lo trabajado en clases a nuestra vida diaria, por lo que es un trabajo más funcional para nuestro día a día.
También ayuda a trabajar el equilibrio. Tenemos una resistencia natural constante: la gravedad; gracias a ésta nuestro cuerpo necesita buscar de forma obligada el equilibrio para no caerse, lo que a su vez aumenta la concentración. Cuando practicamos este tipo de Pilates requerimos un uso mayor del cerebro que al estar acostados, pues el trabajo del equilibrio aumenta, obligándonos a estar más concentrados. Y al trabajar el equilibrio, se fortalece el centro del cuerpo logrando resultados maravillosos en cuanto a la tonificación del abdomen profundo.
Por último, realizar este sistema de entrenamiento permite una correcta alineación del cuerpo, ayuda a alinear la columna y fortalece el cuello, evitando el “síndrome de la cabeza adelantada” un mal muy común en estos tiempos.
No te quedes acostada mirando el techo. Anímate a probar esta forma de realizar Pilates, te aseguro que amarás estar de pie.
Erika De Paz S.
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