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Cuando busco inspiración trato de encontrar diferentes puntos de vista sobre una misma cosa. La vida nunca será algo estático, algo neutral. La vida es algo subjetiva contada desde los ojos de quién narra su propia historia, y la comparte como historia de éxito, de fracaso, de aprendizaje o de estudio.

Charles Chaplin fue uno de los actores que más inspiró a los jóvenes actores. Yo, como actriz puedo entender completamente el significado de su frase:

“La vida es como una obra de teatro que no permite ensayos”

Cuando trabajas sobre el escenario, frente una cámara o delante de un micrófono, sabes que tienes que dar lo mejor de ti mismo para lograr cumplir el sueño del director. En este caso, la vida es la obra de teatro que admite un sólo director y un sólo actor: TÚ MISMO. Donde el guión se va escribiendo a medida que vamos realizando los actos, y la obra nunca tiene un final claro, porque nuestras decisiones modifican el guión.

No hay ensayos, no hay manera de enmendar los errores sino improvisando mejoras y aprendiendo de ellos para no repetirlos.  ¿La obra es buena? Depende de ti. ¿Cuánto eres capaz de arriesgar para lograr tus metas? ¿Cuánto puedes dejar de vivir para estar estable? ¿Cuánto puedes improvisar ante los errores de la vida?

Lo más difícil… El único público que importa en tu vida eres tú. Tú eres el único crítico de tu propia historia, los demás son sólo espectadores.

¿Quieres más?

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