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¿Cuántas veces no quisiéramos estar en un cuarto relajante, en donde los olores y espacios sean tan atrayentes que nos embriaguen con su calma? Está bien… tal vez sea sólo algo mío. Pero encontrarse en algo parecido a un spa, creo que es una experiencia bastante relax.

Hoy quiero hablarte precisamente de los aromas. La aromaterapia es una disciplina terapéutica que utiliza las propiedades de aceites esenciales naturales, de plantas y flores aromáticas, para establecer armonía al cuerpo y la mente. ¿En qué beneficia esto? Pues, la salud y belleza del cuerpo se ven altamente ligadas a esta terapia.

El potencial curativo de la aromaterapia está en la promoción de la relajación, aunado a la sensación de alegría y tranquilidad que se tienen al momento de practicarla. El olfato y sus percepciones se unen más con nuestra parte emocional que otros sentidos, es por eso que un aroma puede desencadenar recuerdos, sensaciones, motivaciones. Los estímulos olfativos hacen de esta terapia un viaje emocional relajante.

Además, esta terapia ayuda con la liberación de endorfinas, bien conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que funcionan en nuestro cuerpo como narcóticos naturales, es decir, ayudan a reducir los dolores. La endorfina también proporciona una sensación de bienestar, nos hace sentir alegres, felices, en paz.

Muchas veces se mezcla la aromaterapia con masajes, pues el tacto aviva la relajación y la estimulación olfativa. Nuestros poros absorben los aceites. Hay mascarillas que tienen funciones de limpieza y además son aromaterapéuticas. (Aquí te dejo una mascarilla aromática)

Y tú, ¿Probarías esta terapia?