Algunos ambientadores de uso doméstico que necesitan calor para difundir aroma (aceites de quemar, inciensos y, en menor medida, velas perfumadas) empeoran la calidad del aire al emitir niveles excesivos de sustancias tóxicas, alergénicas o contaminantes, según un estudio hecho público hoy por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
El calentamiento o la combustión de sus ingredientes, algunos naturales pero otros sintéticos, producen emisiones que resultan peligrosas cuando superan determinada concentración. Algunos lo hacen incluso en mayor proporción que el tabaco.
Los cítricos y la canela hacen una combinación perfecta, ya que aportan un aroma suave pero persistente.
Necesitas canela en rama, la piel de una naranja o un limón, vinagre blanco, agua y dos cucharadas de azúcar.
Después pondremos a hervir medio litro de agua con canela, la piel y el azúcar. Retiramos las ramitas de canela, la piel y ese agua la mezclamos con vinagre, y lo ponemos en un vaporizador. ¡Listo para usarlo!
Fresheners More Dangerous Than Tobacco
Some home use fresheners that need heat to diffuse scent (burning oils, incense and to a lesser extent, scented candles) worsen air quality by emitting excessive levels of toxic substances or pollutants, allergens, according to a study made public today by Organization of Consumers and Users (OCU).
Heating or burning its ingredients, but some other synthetic natural produce emissions that are dangerous when they exceed certain concentration. Some do even greater extent than the snuff.
Citrus and cinnamon make a perfect combination, as they provide a gentle but persistent aroma.
You need cinnamon sticks, the skin of an orange or a lemon, white vinegar, water and two tablespoons of sugar.
Then we’ll boil a pint of water with cinnamon and sugar skin. We remove cinnamon sticks, skin and the water mixed with vinegar, and put it in a vaporizer. Ready to go!