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Seguramente alguna vez te ha sucedido, que después del fuego y la pasión de una relación sexual quedas extrañamente agotada y con un dolor muscular (o pélvico) bastante fastidioso. ¿Qué significa ese dolor?
Durante el encuentro no percibiste ninguna molestia seguramente, pero luego del orgasmo surge como una especie de calambre intenso en el área de la pelvis, y una sensación de dolor muscular generalizado sobretodo en el área de las piernas.
¿Qué significa el dolor muscular después del sexo?
Podría ser por varias razones:
- Inflamación de colon: las contracciones orgásmicas (tanto vaginales como pélvicas) generan una presión en el colon, lo cual podría inflamarlo por un período de tiempo.
- Tensión en la zona muscular pélvica: porque se concentra mucha presión y estrés muscular en esa zona, sobre todo si estuviste mucho tiempo en una sola posición sexual. Estos músculos de la entrepierna no suelen ser utilizados en tu caminar constante.
- Es por efecto nervioso: el placer y dolor se comparten en la misma zona cerebral. Aun así, esto no debe confundirse con el dolor o las molestias causadas durante la penetración (dispareunia), ya que este tipo de dolores no son normales y corresponden a infecciones o inflamaciones del área vaginal.
- Maltrato de las paredes vaginales: si no estabas suficientemente lubricada es posible que la intensidad de la penetración haya generado maltrato en las paredes vaginales.
Todo cambiará si practicas constantemente ejercicios de contracción vaginal, conocidos como ejercicios de Kegel, para darle tonicidad al suelo pélvico, evitar el dolor muscular, disminuir el dolor coital y crear una mayor percepción orgásmica.