Apetito (Del lat. appetītus). Impulso instintivo que lleva a satisfacer deseos o necesidades.
El apetito es el deseo de ingerir alimento, sentido como hambre. El apetito existe en todas las formas de vida superiores, y sirve para regular el adecuado ingreso de energía para mantener las necesidades matabólicas. Es regulado por una estrecha interacción entre el aparato digestivo, el tejido adiposo y el cerebro. (wikipedia)
La definición puede decir lo que quiera pero el apetito para mi , a veces es como un castigo. Yo sé que el punto de vista de los nutricionistas nos dice que es un aviso de nuestro cuerpo de que necesitamos alimentarnos.
Es bien sabido que hay alimentos que enganchan, comidas a las que no podemos resistirnos, como el chocolate, los dulces, los aperitivos, las grasas saturadas o el café. Esto se debe a que su ingestión estimula zonas cerebrales relacionadas con la adicción y mecanismos cerebrales de recompensa. De ahí que sucumbamos a sus encantos con mayor devoción cuando nos encontramos bajos anímicamente.
Pero que pasa cuando ese apetito se vuelve un tormento y nos persigue a cualquier hora del día. No voy a hacer un análisis psicólogico al apetito que tenemos, sino vamos a buscar soluciones para identificarlo y disminuirlo y alimentos que nos ayuden a esto!
- Piñas del árbol de pino: Algunas investigaciones recientes han indicado que los ácidos grasos que se encuentran presentes en esta clase de piñas logran iniciar la liberación de una hormona que suprime el apetito y que es llamada pancreozimina. Para consumirlo lo puedes rociar sobre las ensaladas diarias o mezclarlas en un pesto.
- Comida caliente: Que quede claro que es caliente al tacto y no picante. De acuerdo a estudios de la Fundación de Investigación del Olor y el Sabor en la ciudad estadounidense de Chicago, los aromas liberados por la comida caliente hacen que te sientas llena más rápido al afectar tus centros de saciedad en el cerebro.
- Hojas verdes: Lechuga Iceberg, espinaca, lechuga romana, repollo y otras verduras de hojas verdes son casi todas libres de calorías. Y en la mayoría de los casos, las pocas calorías que tienen se queman simplemente en la digestión.
- Aceite de Oliva: Investigadores de la Universidad de Cornell han descubierto que durante las comidas cuando untamos nuestro pan con aceite de oliva en vez de mantequilla, comían menos y consumían cerca de 52 calorías menos en general. Aunque no están seguro de qué es, ellos creen que este aceite tiene un ingrediente que hace que la comida sea más saciante.
Tener hambre no es malo, es la forma como nuestro cuerpo nos indica que necesitamos alimento para generar energía y así satisfacer esa necesidad, debemos educarnos para que nuestra alimentación sea la adecuada, comer en su debido momento e ingerir alimentos saludables.